lunes, 23 de abril de 2012

China y la energía renovable: Renovarse o morir


Hablar de China, para muchos, es hablar de la “fábrica del mundo”. El mayor país exportador de la tierra, y quizá con mayor superávit comercial del mundo. Lo que quizá no tantos sepan es que este último concepto está empezando a cambiar. El aumento exponencial de la demanda interna está consiguiendo volcar las cifras de exportación e importación del país asiático. Durante el mes de febrero, la Administración General de Aduanas (AGA) registró un volumen de importaciones que 31.480 mil millones de dólares superior al valor de las exportaciones del país, suponiendo así en primer déficit comercial en 12 meses, aumentando sus importaciones en un 39,6% respecto al año anterior, frente al crecimiento del 18,4% de sus exportaciones. Unos datos que, a pesar de tener que ser corregidos por la clara estacionalidad que produce en Febrero el Año Nuevo Chino, sí que refleja ciertos cambios en la tendencia del país.

Ante esta premisa, además del continuo crecimiento del mercado (no en vano se prevé que en 2007 China se convierta en el primer mercado del mundo por actividad de importación y exportación), China se encuentra ante el reto del correcto abastecimiento de energía a todas las parte de un país con una demanda interna derivada de una actividad que crece a tasas exponenciales.  La Agencia Nacional China de Energía (NEA) manifestó el pasado mes las dificultades ya dadas para garantizar el abastecimiento en un país de 1.300 millones de personas, a lo que ahora se suma la necesidad de renovar gran parte de las infraestructuras chinas. Por ello, desde este año se tiene previsto destinar una gran cantidad de recursos para el desarrollo de plantas de energía renovable. En concreto, se plantea aumentar la producción de plantas eólicas entre 15 y 18 millones de KW y las solares en 3 millones de KW hasta 2015. Sobre las presas hidroeléctricas, el objetivo para 2015 es reforzar su capacidad en 20 millones de KW.

En la misma dirección, el Ministerio chino de Finanzas ha aprobado este mes de Abril un nuevo reglamento sobre la gestión de las subvenciones que se conceden a las empresas de energías renovables conectadas a la red eléctrica del país, con el objetivo de conseguir el aumento del nivel y el uso de la energía renovable que circula por las redes chinas, así como regular las condiciones sobre la gestión de esos subsidios e llevar al país a una utilización más eficiente de este tipo de energías, que a la larga se puedan traducir en unos menores costes de utilización.

Estas medidas suponen la renovación y la evolución cualitativa de un mercado energético que sigue creciendo, ya que se espera que este año la cifra de evolución se mueva entre un 8,5% y un 10,5% de crecimiento hasta alcanzar los 5.140 billones de Kw/h, según datos del Consejo de Electricidad de China.
Con este contexto favorable al sector renovable en general, ¿dónde se encuentran las mayores oportunidades de negocio?

Por una parte, hay que hablar del claroscuro que muestra el sector eólico en el país. Durante 2011, en China se instalaron más de 17.6 GW en nuevas plantas de generación de energía eólica, los que sitúa al país en una posición de liderazgo mundial con una capacidad de 62.4GW, un 39.4% más que en 2010. Sin embargo, si miramos las cifras de crecimiento del año anterior observamos una reducción en el crecimiento que hasta ahora se había experimentado. De hecho, la potencia instalada en 2011 fue un 7% menor que en el año anterior. El descenso en el ritmo de instalación ha afectado a los resultados de varios productores nacionales que han visto sus cuentas de beneficios reducidas en hasta el 23%. Actualmente, el principal obstáculo que encuentra la eólica en China es la poca capacidad de la red eléctrica, que actúa como cuello de botella en la distribución del output eléctrico. El fuerte crecimiento de la capacidad de generación instalada en los últimos años, no se ajustó al desarrollo, más lento, de la red de distribución.

Esto no ha impedido que la empresa española haya logrado obtener muchos beneficios derivados de la exportación de materiales para la construcción de campos eólicos. En 2011, España se ha erigido como la quinta potencia exportadora de tecnología eólica del mundo. El valor de mercado de las turbinas, torres, palas y otros productos que salieron de España alcanzaron los 1.836 millones de euros. Un buen ejemplo de esta actividad empresarial española en China es el acuerdo entre el grupo empresarial Gamesa y Longyuan para el suministro de 25 aerogeneradores en 2011. Sin embargo, el mercado parece haber alcanzado un momento de madurez debido a los problemas ya comentados del exceso de capacidad y la deficiencia de la distribución energética, que tiene que solventarse para que el crecimiento eólico siga por el buen camino.

Por otra parte, el sector de la energía solar parece ser la nueva pata de crecimiento de la energía renovable en su conjunto. Los principales objetivos marcados para los próximos tres años por parte de las autoridades chinas se centran en un aumento de la producción de las polisiliconas, necesarias para la fabricación de paneles de generación fotovoltaica, hasta alcanzar las 50.000 toneladas. Para los fabricantes de paneles, la meta marcada para 2015 es la de la producción de hasta 5 gigawatios más, lo que supone aumentar en la mitad la capacidad actual. Según la consultora Solarbuzz, y basándose en este tipo de iniciativas gubernamentales, China estaría en condiciones de incrementar su capacidad de generar energía solar de los 0,5 gigawatios que produjo el pasado año hasta los 6,3 gigawatios a finales de 2015.

Para ello, la importación de paneles solares para la futura generación eléctrica ya ha comenzado. El pasado año se compraron paneles con capacidades potenciales de 2,75 gigawatios de energía, suponiendo un aumento de la importación frente a 2010 de 470%, una tendencia que se prevé que seguirá al alza en los próximos años. Además, según Solarbuzz los costes de instalación de una planta de generación fotovoltaica en China son de los más bajos del mundo, tendencia que se prevé seguirá yendo a la baja.

En definitiva, la renovación de la capacidad de generación eléctrica en el gigante asiático se antoja urgente para no comprometer el fuerte crecimiento interno del país. Esta renovación pasa por un aumento de la capacidad de generación de energía renovable, y más concretamente por un aumento de la eficiencia en la distribución de la energía eólica actualmente instalada, y un aumento exponencial de la energía solar fotovoltaica en el país.

Alberto Alba

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